Me refiero con este término al
personal (laboral) que tiene contrato con una empresa de servicios (digamos X)
pero que presta sus servicios permanentemente a una empresa final (digamos Y).
Si, ya sabéis, ese servicio que a la empresa Y le cuesta un pastonazo por las
horas que echas pero del cual tú sólo recibes un 20%. Este personal es conocido
por las siglas PEM, que significan: puto
externo de mierda o puto esclavo de mierda.
La primera regla de oro hacia el
externo es que se le negarán todos los servicios posibles: no podrá aparcar en
el parking interior, no podrá usar el gimnasio, no podrá participar en los
festejos, etc. La parte buena de no participar en los festejos es que tampoco
te tragas los cínicos mensajes de somos
los mejores o el personal está muy
motivado. Lo malo es que no te zampas las pastas, bocadillos o menús de
Navidad que se hacen para los internos.
También se le negará cualquier
tipo de información estratégica de la compañía para la que presta sus servicios.
Es decir, aportas todas tus cualidades profesionales para una empresa que, en
realidad, no cuenta para nada contigo para su propio futuro aunque puedas estar
allí tres, cinco ó siete años. Qué desperdicio!!! A esto además cuesta
amoldarse ya que uno prefiere siempre, como profesional, dar lo mejor de sí
pero con la actitud comentada es difícil encontrar la motivación suficiente
para hacerlo.
El personal externo no conoce a
sus compañeros de la empresa con la que tiene el contrato ya que nunca o casi
nunca está en sus oficinas. Si, por cosas del destino, te has quedado como el
último representante de tu empresa en el cliente final (convirtiéndote así en
el conocido como Último mohicano)
entonces te quedas sin celebración alguna porque en la empresa donde prestas el
servicio no te invitan y en la empresa subcontratada no te apetece ir porque no
conoces a nadie.
Más cutre que todo esto es cuando
has participado en un proyecto el cual se va a presentar en algún concurso
interno en el cliente final. Cuando digo participar
me refiero a lo típico: el puto externo de mierda hace todo el curro que los
internos piensan. A pesar de eso el
PEM no podrá ser incluido en la lista de participantes del proyecto que se
lleva a concurso, de manera que no recibirá su parte de premio en caso de que
el proyecto salga ganador.
Mensaje para el personal interno:
los PEM, aunque no lo parezcan, son personas como tú: comen, cagan, duermen,
toman café e incluso tienen sentimientos (es un defectillo, alguna cosa mala
tendrían que tener los externos). De todas formas, y como el que no se consuela
es porque no quiere, alegrémonos por tener trabajo y por todas esas cosas que
todavía no se hace a los PEM: no comen en mesas separadas comida diferente a la
de los internos, no se les gasea y no se les atiza (al menos físicamente).
Si te sientes uno de ellos te
puedes añadir al grupo “Yo también soy P.E.M.” de esa
red social que empieza por F y acaba por k y que lo del medio es aceboo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario