jueves, 12 de abril de 2012

En esto también de acuerdo


PP y CIU se pusieron de acuerdo de nuevo el 11 de abril. Esta vez no era sobre otro recorte, sino en el hecho de abandonar la reunión del Consejo de Administración de RTVE para no tener que tomar parte en el debate que los otros grupos querían abrir para decidir qué hacer con las declaraciones homófobas del obispo de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig Pla, durante el oficio de Viernes Santo que se retransmitió por La 2.

Esto fue lo que dijo el elemento: “Quisiera decir una palabra a aquellas personas que hoy, llevados por tantas ideologías, acaban por no orientar bien lo que es la sexualidad humana, piensan ya desde niños que tienen atracción hacia las parejas del mismo sexo”. Y añadió: “A veces, para comprobarlo se corrompen y se prostituyen. O van a clubes de hombres. Os aseguro que se encuentran en el infierno”.

Es decir, en un país cuya constitución dice que es aconfesional, su televisión pública cede un espacio a la Iglesia Católica y sólo a ella para que pueda llegar a sus feligreses y ésta aprovecha para arremeter contra las personas homosexuales. Y para colmo, personas que podrían y deberían actuar contra estas actitudes para cumplir con la igualdad entre personas a las que están obligadas por la Constitución se desentienden. Cualquier excusa es buena: no estaba en el orden del día, la libertad de expresión, etc. Excusas de mal pagador, como diría el otro.


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