viernes, 24 de junio de 2011

Qué viene el Gran Jefe !!!


Los que trabajan en una gran corporación de marcado clasismo habrán escuchado alguna vez eso de: “Que viene el Gran Jefe!!!”. Pero no me refiero al jefe sino al jefazo, el dueño, el que ha conseguido tener un imperio y para el cual eres inexistente.

Para empezar el Gran Jefe no suele salir por casualidad de la sede central, con lo cual la visita a otra sede suele estar concertada y es conocida por los cargos superiores del centro objeto de la visita. Esto facilita la planificación del repaso de pintura que se debe realizar en el edificio. Es importante pintar con antelación porque si pintas el mismo día y el Gran Jefe se mancha el traje de pintura blanca ya la has cagado. Junto a este servicio hay otros que también ven alterada su actividad normal como el de limpieza, el de correo, etc.

Es importante que tu superior avise al menos con un día de antelación a todo el departamento de que viene el Gran Jefe. En ese caso tu serás precavido y evitarás las vestimentas tipo “casual day” aunque el día que venga el jefe sea un viernes y los viernes siempre vayas vestido informalmente. Si tu jefe no te ha avisado y has decidido ir a trabajar en tejanos entonces tienes que evitar, en la medida de lo posible, cruzarte con el Gran Jefe. Para ello siempre puedes reservar una sala de reuniones donde encerrarte ese día, siempre y cuando el resto de tus compañeros no tengan el mismo problema y no queden salas de reunión disponibles.

Otro aspecto destacable son las muestras de solidaridad que se dan ese día entre compañeros. Ves a un compañero y te dice: “Ten cuidado que está por aquí el Gran Jefe”. ¿Por qué tengo que tener cuidado? Normalmente no voy haciendo el ganso por el pasillo, ni grito, etc. Y si un día cometo un desliz y grito pues espero que el Gran Jefe me indique de forma educada que baje el tono de voz, tal y como lo podría hacer mi superior o cualquier otro compañero.

Y lo que realmente siempre me pregunto: ¿es necesario todo este paripé? Quiero decir que el Gran Jefe, persona a la que uno no considera idiota si ha sido capaz de crear y/o mantener una gran empresa, sabe lo qué hay, sabe de la condición humana y sabe que ni todo está siempre blanco recién pintado y que de vez en cuando se puede escapar un grito. Así que compañeros, relajémonos que es hartamente difícil que la sangre llegue al río.

miércoles, 22 de junio de 2011

Los indignados de los indignados

Interesante movimiento el iniciado el 15 de Mayo de este año por personas que mediante la ocupación de las plazas centrales de las ciudades y pueblos de toda España protestaban por el sistema político-financiero de este país.

Pero este artículo no hablará de esos indignados sino de los otros indignados, aquellos que continuamente están lamentándose del sistema pero que en cuanto alguien intenta expresar esas mismas quejas protestan enérgicamente por la ocupación de una plaza.

La principal cualidad de estas personas es la queja: se quejan por el sistema y a su vez se quejan si un grupo invade una plaza intentando cambiar ese sistema... Es obvio que con esta actitud su problema no es el sistema con el cual se están finalmente alineando ya que se avienen al sistema que teme las concentraciones aunque sean pacíficas, que permite los golpes a los concentrados, etc.

Por otro lado está la falta de propuestas de estas personas: cierto es que el acomodamiento general es grande, pero quizá una forma muy sencilla de apoyar sería no criticar a las personas que con su tiempo y esfuerzo intentan un cambio.

Y realmente lo que más preocupa es pensar que estén tan indignados porque alguien ocupa una plaza por la que llevan meses sin pasar y por la que posiblemente seguirán sin pisar por mucho tiempo. ¿Cuál es realmente la preocupación? Personalmente me pasé por la Plaça de Catalunya de Barcelona el viernes 3 de Junio y pude caminar perfectamente por la plaza sin ningún tipo de problema.

Es difícil de entender cómo se va a cambiar nada cuando se tiene la piel tan fina. ¿No se justifica de sobras la ocupación de una plaza si con ello se consiguiera cambiar, por ejemplo, la ley electoral, la remuneración/pensión de los políticos y/o el control que las empresas financieras ejercen sobre los mismos? En mi opinión es un coste más que justificado. Imagino lo que piensan muchos de estos indignados de los indignados: “estas ocupaciones no servirán de nada”. Quizá lleven razón; pero el derecho al pataleo es casi la única medida que nos dejan las estrechas normas que nuestros políticos han creado.

martes, 21 de junio de 2011

Por fin...


Por fin ..... Este es el primer post del blog que acabo de abrir. Desde hace algún tiempo me ha picado el gusanillo de escribir algo y he decidido que escribir un blog sería una manera fácil de iniciarme.

Este blog no va a estar dedicado a ningún tema en especial. Supongo que la principal fuente de ideas será la actualidad, pero seguro que tendrán cabida otros temas relacionados con mis actividades habituales.