Este año, por cosas del destino,
he realizado las vacaciones en Septiembre. Y la verdad es que me ha gustado
mucho. He estado por sitios de costa (Costa Brava más concretamente) y ha sido
muy beneficioso.
Lo más importante es que el
tiempo ha estado muy correcto: sol y calor, que eran importantes para el
destino elegido. Ya sabemos que los septiembres a veces son complicados, con
lluvias torrenciales y demás. En mi caso no ha sido así y he podido disfrutar
del veranillo de San Miguel
plácidamente.
El número de turistas que te
encuentras en Septiembre es muy muy muy inferior al que te puedes encontrar en
Julio y Agosto, meses éstos en los que no puedes caminar por las calles Mayor
por estar atiborradas, sufres colas para entrar en los restaurantes, es difícil
encontrar una buena colocación en la playa, etc.
Pero no todo iba a ser bueno, siempre puedes sacarle punta a
algún tema. La parte negativa ha sido el cierre fulminante al acabar Agosto de
algunos restaurantes, bares y, lo más significativo para mi, puntos de
información turística. Eso fue lo que me pasó en varios lugares pero el más
destacado es sin duda el pueblo de Peratallada. Para los que no los conozcáis
es uno de los pueblos medievales mejor conservados de Catalunya y está
declarado Conjunto Histórico-Artístico. Es un pueblo que principalmente vive
del turismo. Pues bien, su oficina de información, como podéis observar en la
foto adjunta, estaba cerrada por “Fin de temporada”. Eso sí, los parkings de
pago para los visitantes seguían cobrando.