La NBA ha comenzado a disputarse esta semana después del
cierre patronal que la mantuvo en vilo durante unos meses. Al final llegaron a
un acuerdo y la liga empezó el 25 de Diciembre. Sí, el día de Navidad. Fijo que
no podían encontrar una fecha mejor. Ante la avalancha de noticias de estos
días sobre la NBA en cuanto a resultados, he consultado los partidos del equipo
donde juega el mejor baloncestista español de todos los tiempos: Los Ángeles
Lakers. Estos han sido sus partidos:
- día 25: vs. Chicago en Los Ángeles
- día 26: vs. Sacramento en Sacramento
- día 27: vs. Utah en Los Ángeles
- día 29: vs. New York en Los Ángeles
Es decir, en 5 días han jugado 4 veces. Por suerte, tres de
esos partidos fueron en casa. Pero el del día 26 fue en la ciudad de
Sacramento, que está a más de 600 kilómetros de distancia. Y sin día de descanso en medio
con el anterior partido. Pienso que ellos han tenido la suerte de jugar en
casa, pero algún otro equipo habrá sufrido más. Busco y encuentro en que mejor
se lo ha pasado esta semana: Oklahoma. Ha jugado 4 partidos también (son los
dos equipos que más partidos han jugado en estos 5 días), dos fuera y dos en
terreno propio; en total suman cuatro partidos y 3.300 kilómetros. Lo increíble
es que encima han ganado los 4 partidos. A estos tíos les va la marcha.
¿Pero qué está pasando? ¿Es normal que lleven este ritmo?
¿Cuándo entrenan? En estos 5 días los Lakers han tenido un único día de
descanso, el 28, que supongo entrenaron para ver si van asimilando los sistemas.
¿Qué pasa con la familia? No estoy muy informado de por qué ha habido huelga,
pero creo que ha tenido que ver con el dinero que se llevaba cada parte:
jugadores y franquicias. Pues no sé yo, quizá los jugadores podrían haber
defendido un poquito más su tiempo personal y su vida deportiva. Es
evidente que jugar tantos partidos seguidos durante tantos meses no puede ser
bueno para su salud. Así es el deporte de hoy en día.