jueves, 3 de noviembre de 2011

Una de bricolaje


Esta historia también se podría llamar “El tornillo o yo” o “El tornillo siempre gana”. Tenía algunas cosas por instalar y el otro día, aprovechando el festivo, me puse manos a la obra. Mejor dicho tengo que decir nos pusimos manos a la obra, porque con una sola persona era complicado de colocar como veréis más adelante.

La instalación se trataba de una barra de apoyo para la bañera. Así que la posición ya de por sí no era super-cómoda. Además las baldosas sobre las que agujerear son de gres porcelánico. Para los que no estéis puestos en el tema aclararé que el porcelánico es muy muy muy duro. Tanto que necesita de brocas especiales (una del número 5 me costó 22 euros) y que mientras haces el agujero no le falte agua a la broca. Es por esto último que necesitas a dos personas: una que se deja el alma en hacer el agujero y la otra que va tirando agua. Me río yo de los vídeos donde sale un tío sólo haciendo el agujero: con una mano aguanta un recipiente con agua y con la otra mano hace el agujero….pues que no me jodan…eso no podía ser porcelánico o yo soy un nenazas y necesito los dos brazos para hacer fuerza o mi taladro es una mierda o todo junto.

Como el taco a meter es del 10 y mi broca del 5 hago en primera instancia el agujero del 5 y luego, ya con brocas normales, voy agrandando el agujero con paciencia al número 6, al número 8 y al número 10. Ya tengo el agujero hecho. Meto el taco pero no entra del todo. Joder, si lo he medido antes. Argggg. Aplico unos golpes de martillo al taco pero que no, que no entra. Pienso que intentaré sacarlo para hacer el agujero más profundo. Lo pruebo metiendo un poco el tornillo y tirando del mismo pero no sale. El que puede salir, pero por la ventana, soy yo de la fuerza que aplico. Argggg. Hay que tomar una decisión: cortaré el taco. Aplico cutter, lo corto y queda bien.

Momento de colocar la barra. Mierda: no concuerdan del todo los dos extremos. Se soluciona jugando un poco con la elasticidad de la barra (que aunque es de hierro la tiene). Para finalizar la operación hay que apretar unos tornillos enanos por la parte inferior (para que no se vean) cuya función es hacer de tope. Para ello voy rotando muy poco los tornillos gordos de manera que cuadren los agujeros y, en una de esas, la cabeza del tornillo gordo se rompe. Argggg. Joderrrrrrrr, ¿por qué tiene que ir todo mal? Me cago en todo, reniego de toda la familia y seres estelares habidos y por haber pero eso no resuelve el problema.

Ahora toca sacar el tornillo sin cabeza. Otro problemón. El alicate no coge bien y no le puedo dar vueltas. Tirando no puedo como ya he explicado antes (aunque lo vuelvo a intentar por si acaso mis fuerzas han aumentado, cosa harto improbable porque llevo más tiempo trabajando). Consulto con San Google y me dice que con una radial intente hacer una muesca en el tornillo para poder sacarlo desenroscando con un destornillador plano. ¿De dónde saco una radial? Argggg. Consulto con un familiar y me dice que tiene radial pero que es muy grande y que voy a destrozar el baño sin tocar el tornillo. Argggg. Me propone que lo saque con una mordaza.

Ya con la mordaza en la mano, efectivamente, el tornillo “capado” sale sin problemas y sin dejarme el alma. Voy a la ferretería y compro un par de tornillos similares a los originales (espero que de más calidad); compro dos que no me va de diez céntimos y conociéndome lo puedo necesitar.

Me pongo con el nuevo tornillo, vuelvo a colocar la barra, cuadro el agujero con el tope y aprieto éste. Por fin !!!! Queda hasta bien. Mi ayudante y yo somos unos hachas :P.

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