Nuevos ministros forrados

Leo el artículo publicado en La Vanguardia el pasado viernes donde se hacía referencia al dinero y propiedades que poseen los nuevos ministros del Gobierno español. Vamos a hacer un repaso y a ver qué encontramos:

José Manuel Soria: 900.000€ en cuentas corrientes o inversiones, una vivienda en Las Palmas y parte de otras tres. En este caso su padre era empresario así que supongo que le debe venir de herencia todo o buena parte del dinero/propiedades que posee.
Miguel Arias Cañete: 325.000€ en acciones. Si no tiene nada más diríamos que este no está forrado.
Fátima Báñez: dos casas (Madrid y Huelva) y 500.000€. Desde el 1997 está ligada a puestos “gubernamentales”. Entiéndase coordinaciones del PP, consejos de administración de televisiones, diputada, etc. Nada sabemos de sus antepasados. ¿Habrá conseguido todo lo que tiene en esos años?
Alberto Ruíz Gallardón: 26.000€ en cuentas y una casa en Madrid y la mitad de otra en Nerja. Coño, por eso este tío cae bien a todo el mundo, socialistas incluido.
Jorge Fernández Díaz: un piso en Madrid y otro en Barcelona, 222.000€ en cuentas y 100.000€ en hipotecas, así que podríamos decir que un neto de 122.000€ en cuentas. Ha estado toda su vida ligado a puestos estatales o de partido desde que se hiciera inspector de trabajo opositando. Luego delegaciones provinciales, secretarías de Estado, etc. En fin, a falta de datos de su familia, podríamos decir que a este le ha salido rentable el tema del “Estado”. Ah, por cierto, su hermano también pilla cacho en el Ayuntamiento de Barcelona.
Mariano Rajoy: dos pisos, una oficina y 600.000€. No está mal tampoco teniendo en cuenta que su padre también era político y que desde que acabó la mili en 1980 ha estado ejerciendo “cargos estatales” varios: registrador de la propiedad, diputado, ministro, etc. Otro al que le ha salido de coña estar en política.
Soraya Sáenz: dos casas, 100.000€ en cuentas y 400.000€ en hipotecas. Parece normal.
Esperemos entonces que no estén aquí para enriquecerse más porque ya van bien servidos y que no se dejen llevar por las suculentas ofertas que les irán haciendo a partir de ahora.
Pero lo más importante es cómo van estos señores y señoras a comprender una mierda de la situación por la que pasan millones de españoles, trabajadores o en paro, funcionarios o no, con personas dependientes o no, desahuciados o no, con una renta mínima de ingreso o sin ella, cuando sus formas de vida están tan lejos ni tan siquiera de la media española.