Me he quedado impresionado con el homicidio perpetuado por
una mujer cuyo juicio empezó el 10 de Enero. En resumen, el que quiera puede
ver la noticia aquí,
mata a una conocida y haciéndose pasar por ella empieza a cobrar seguros de
vida donde ella era la beneficiaria. Analicemos todo lo que tuvo que hacer, a
groso modo:
- ir a un prostíbulo de chicos y comprar semen de dos chicos diferentes,
- alquilar un piso para organizar una cena,
- matar a la víctima (evidentemente, este es el acto principal),
- colocar en la boca y vagina de la víctima el semen que había conseguido anteriormente y robarle toda la documentación,
- viajar a Zaragoza la misma noche del asesinato para preparar la coartada (ojo con el motivo del viaje que al parecer era real: recoger las cenizas de su madre).
- comprar los estris necesarios para poder parecerse a la víctima,
- ir a bancos a abrir seguros de vida cuyo beneficiario era una tercera persona que también “iba a ser ella”,
- reclamar todos los seguros.
Mirado así, con una cosa después de otra como si de una planificación
se tratara, esto resulta un proyecto brutal, independientemente de la sangre
fría y falta de escrúpulos que muestra la presunta asesina. También sorprende
la capacidad de mezclar en la misma noche dos temas tan cruciales en lo
personal: el asesinato y la recogida de cenizas de su madre.
El que tuvo que flipar también un poquito fue su pareja
cuando la policía entra en casa para requisar los documentos robados que había
escondidos en el váter. Y también me pregunto si no hubiera podido dedicarse a
otro proyecto un poco más legal, y quizá hasta más sencillo, para obtener el dinero que le reportó
este asesinato. Al final parece que no va a ser tan
beneficioso para ella.
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