viernes, 1 de julio de 2011

Gigantismo

No, no os voy a hablar de esa enfermedad que hace que se desarrollen en exceso los brazos y las piernas, sino de las nuevas tendencias del mercado a hacer las cosas muy grandes.

¿Os habéis fijado que en la exposición de lavadoras de los comercios de electrodomésticos predominan actualmente las de 6 Kg. de capacidad para arriba? Bueno, quizá no os hayáis fijado pero tendréis que creerme. Lo he vivido en mis propias carnes últimamente. Tú llegas a la tienda, pides por una lavadora y la primera pregunta es: ¿De cuántos kilos? En este caso la lavadora era para mi, que vivo solo, con lo cual la pregunta me pareció superflua (aunque entendible); contesté que de 5 Kg., como habitualmente, y me responde el dependiente que de esas ya tiene muy pocas, que ahora lo que más tiene es de 6 Kg. para arriba; sobre todo de 7 Kg.

Ahí es cuando uno se pregunta: ¿por qué ahora las lavadoras son más grandes que hace 10 ó 15 años? Y empiezas a analizar cómo han cambiado muchas unidades familiares de un tiempo aquí: aumento drástico del número de divorcios, una media de menos de 1,5 hijos por mujer y cada vez más familias monoparentales; todo esto hace que el número de habitantes en una vivienda sea como máximo de 4 personas. Hace unos años el número de habitantes por vivienda era más elevado y, sin embargo, la lavadora era más pequeña.

Además, ¿alguien ha pensado que si tenemos una lavadora más grande es necesario un tendedero más grande? Realmente uno las pasa canutas para “embutir” los 7 Kg. de ropa en el tendedero del que dispone, viéndote obligado a colgar por los dos lados de la cuerda, a estirarte descomunalmente para llegar al final de la cuerda y a doblar la ropa al tenderla.

Pero la lavadora no es el único electrodoméstico que ha crecido. El ejemplo de las televisiones planas es el más evidente. Se incrustan pantallas de 50” en salones donde la distancia a la tele es muy pequeña. Y, por supuesto, no se te ocurra decir que el televisor es grande cuando visites a ese amigo porque entonces aparece, rápida e invariablemente, la frase de: “no, pero te acostumbras”. Amigos, no me engañéis, es demasiado y vosotros también lo sabéis. Digo yo que debe existir un límite en el ángulo de visión que la vista puede alcanzar, ¿no? ¿O no nos hemos quejado siempre todos de lo malas que eran las primeras filas de un cine?

Otro electrodoméstico que va creciendo, aunque este más lentamente, es la nevera. ¡Qué majas son las neveras americanas! Con su dispensador de hielo y sus dos puertas (una para la nevera y otra para el congelador). Pero el día que te llega a casa y la has probado un poco te das cuenta de que es más ancha de lo normal y que tienes que modificar la cocina para que quepa decentemente, que el hielo cuando sale salpica y siempre acaba cayendo algo al suelo, que el congelador no es demasiado ancho y las pizzas no te caben….Eh, pero es chula de narices y no veas lo que fanfarroneas con los amigos, sobre todo con lo de los hielos.

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